Todos sabemos lo duro que es enfrentarse todos los días a un grupo de alumnos. Por eso decidimos mostrarte los más grandes miedos de un docente, y cómo puedes enfrentarlos para dar clases de manera excepcional.

¿Y si no me doy a entender?

 Tómate el tiempo para expresarles que pueden preguntarte cualquier cosa, que tienen la libertad de pedirte repetir el concepto si no lo entendieron o si vas muy rápido.

Miedo a la falta de entusiasmo.

Debemos dar lo mejor de nosotros mismos a cada instante y debemos ser capaces de hacerles ver a nuestros alumnos que nuestro miedo se ha transformado en entusiasmo. 

Miedo a no ser valorado por los alumnos.

Si te apasiona lo que haces, y disfrutas tus clases, podrás transmitir a tus alumnos que tu trabajo es sumamente valioso. Ellos estarán muy agradecidos al tener profesores como tú.

Miedo a ser mal evaluado por los alumnos.

Si tienes una buena relación con tus alumnos, llena de respeto y amabilidad, no hay motivo para temer una mala evaluación de su parte.

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